Cuando el presentador de la ceremonia dijo su nombre al declarar al MVP de las Finales NBA, sus compañeros estallaron en júbilo. Y no era para menos. Leonard ha sido la pieza clave que ha llevado a los Spurs a su quinto anillo. Cuando Bill Russell le entregó el premio, él era el más sorprendido de todos, porque prensa, afición y compañeros tenían claro quién era él hombre.
En estas finales, Kawhi ha dado un paso adelante y ha pasado de ser un joven a ser toda una estrella de la NBA. Sus exhibiciones en Miami y la de anoche serán recordadas por mucho tiempo. No sólo anuló a LeBron James con una impresionante defensa, si no que durante muchos momentos le superó en todas las facetas.
Con un claro carácter modesto y tímido, Leonard se ha ganado el corazón de todos los aficionados al baloncesto. Todo entrega, lucha y sacrificio, ha sabido ir creciendo en su juego día a día, minuto a minuto. No comenzó bien los dos primeros partidos, pero en el tercero, cuarto y quinto ha sido el factor x, el que ha llevado en volandas a los Spurs al ansiado anillo.
Lo conseguido por Leonard tiene aún más mérito si recordamos su situación hace apenas un año. Por aquel entonces, Kawhi tenía en sus manos dos tiros libres para sentenciar la final, pero los falló y Miami, tras aquel triple milagro de Allen, se llevó el título. Pero Leonard ha sabido recomponerse y un año después se ha tomado la debida revancha.
Y no hay que olvidar tampoco que el ex de la Universidad de San Diego State tiene sólo 22 años y 351 días. Con este galardón, Leonard se convierte en el tercer jugador más joven en ser proclamado MVP de unas finales, tan sólo por detrás de Magic Johnson y de su compañero Tim Duncan.
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