GOODYEAR, Arizona -- El béisbol tiene un turno al bate contra el reloj. Con enormes números de color brillando, el cronómetro en el muro del jardín central del Goodyear Ballpark puso en marcha una nueva era, al ponerse en prácticas las nuevas reglas de Grandes Ligas para acelerar los partidos.
Los cambios tienen la intención de acelerar un deporte que tiene una larga historia de tomarse las cosas con calma.
Relojes digitales, que algunos funcionarios prefieren llamar cronómetros, fueron instalados en los estadios en las ligas de la Toronja y del Cactus.
Las iniciativas para acelerar los juegos tuvieron su estreno en cinco partidos de exhibición en Arizona y Florida. Como se esperaba, se produjeron algunos pequeños en lo que jugadores, mánagers, umpires y fanáticas se adaptaban a las "reglas" con las que Grandes Ligas espera que el deporte sea más atractivo para la teleaudiencia, además de atraer a espectadores más jóvenes.
"Nunca me había tocado trabajar en un juego con un reloj marcando una cuenta regresiva", dijo el umpire Dan Iassogna, a cargo de la segunda base del partido entre los Piratas de Pittsburgh y los Azulejos de Toronto en Dunedin, Florida. "Fue un poco distinto".
Bajo el nuevo reglamento, los bateadores ahora deben mantener un pie en la caja de bateo entre cada lanzamiento, y los pitchers tienen un tiempo específico para soltar el brazo entre innings. Pero no todos parecieron haberse enterado de las instrucciones.
Los jugadores tendrán que acostumbrarse rápido a los cambios. Después del primer lanzamiento del partido entre Filadelfia y los Yanquis en Clearwater, Florida, el jugador de Nueva York, Jacoby Ellsbury, salió de la caja, como suele hacer. El umpire Vic Carapazza no pareció realizar advertencia alguna a Ellsbury sobre la nueva regla.
El objetivo de Grandes Ligas es que estos juegos de pretemporada y los de la campaña regular en abril sirvan para que todos asimilen los cambios. Pero, a partir del 1 de mayo, los infractores serán sancionados, posiblemente con multas.
Los lanzadores también deben completar sus lanzamientos de calentamiento antes que el cronómetros --programado a 2:25 para los juegos de difusión regional y de 2:45 para los de transmisión nacional-- estén a 30 segundos y el bateador deben estar preparado a falta de cinco segundos.
"Trato de no prestarle atención", dijo el as de los Gigantes Madison Bumgarner, el Jugador Más Valioso de la pasada Serie Mundial. "Así será durante la temporada. No le pongo atención. Suelo estar listo".
En algunos casos, los bateadores fueron sorprendidos fuera del plato, y se aseguraron de mantener al menos un botín en el borde.
"Le recordé a varios que no puede hacer eso", dijo el umpire James Hoye, quien cantó bolas y strikes en el Piratas-Azulejos. "Se echaban a reír, diciendo: `lo lamento'".
A Pittsburgh le tomó 3 horas y 17 minutos vencer 8-7 a Toronto. El tiempo promedio de duración de un juego de temporada regular el año pasado fue de 3:02.
Ellsbury recibió el beneficio de la duda por su despiste. Pero no recibirá el mismo tratamiento en los próximos meses.
Hasta los fanáticos tuvieron que adaptarse.
Al sentarse detrás de la cueva de Cleveland, Glen Pawlak de Concord, Ohio, se percató de inmediato del reloj colocado a la derecha de las gigantes palmeras en Goodyear, la sede de pretemporada de los Rojos de Cincinnati y los Indios de Cleveland.
Pawlak, feliz de escapar al invierno en Ohio y de visita en Arizona con su esposa, Jan, e hijo, Brenden, quería ver el cambio en el béisbol.
Fuente : MLB.COM
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