El jardinero de los Cachorros de Chicago se mostró arrepentido luego de hacer un gesto a la cueva de los Marlins que provocó que se vaciaran las bancas en la sexta entrada del partido del miércoles que Miami ganó 7-3 en el Marlins Park.
El quisqueyano, que se había quedando observando un enorme cuadrangular que conectó contra Dan Haren, hizo una señal de silencio a la cueva de los rivales cuando fue increpado desde la banca por los lanzadores Mat Latos y José Fernández.
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