Rusia inauguró hoy el Mundial de fútbol, el primero que se disputa en Europa del Este, con una breve pero intensa ceremonia en la que el español Iker Casillas y el brasileño Ronaldo tuvieron un papel protagonista.
"Deseo éxitos a todos los equipos y emociones inolvidables a los aficionados", proclamó el presidente ruso, Vladímir Putin, desde la tribuna.
El estadio Luzhnikí, un estadio con capacidad para 81.000 espectadores, vistió sus mejores galas para abrir un torneo que echó a andar con el partido entre el anfitrión, Rusia, y Arabia Saudí.
En las afueras del estadio la estatua de Lenin, el fundador de la URSS, presidió la llegada de aficionados, entre los que los más animados eran los latinoamericanos, a un estadio que acogerá también la gran final el próximo 15 de julio
Putin, que raramente ha pisado un estadio desde que llegara al poder hace 18 años, presidió una ceremonia en la que estuvo acompañado del máximo dirigente el fútbol mundial, Gianni Infantino.
Entre los mandatarios presentes destacan los presidentes de Bolivia, Paraguay y Panamá -que debuta en el Mundial-, además de los dirigentes de países aliados del Kremlin y el príncipe saudí.
Mientras, brillaron por ausencia los líderes occidentales, que declararon el boicot a la ceremonia inaugural, que no al torneo, para no legitimar a Putin.
Los líderes de países como Alemania, Angela Merkel, o Francia, Emmanuel Macron, podrían asistir a partidos mundialistas, pero los Gobiernos del Reino Unido, Australia, Polonia, Dinamarca o Islandia ya han anunciado que no viajarán a Rusia.
Tampoco estuvo por motivos de salud el brasileño Pelé, considerado por muchos aficionados el mejor futbolista de la historia, pero sí el argentino Maradona, un gran admirador del presidente ruso.
La ausencia de Pelé nos privó de la esperada reconciliación de los dos astros, una foto largamente esperada por los aficionados de todo el mundo.
Los dos mayores clubes del planeta fútbol, Real Madrid y Barcelona, estuvieron representados por Emilio Butragueño y Josep María Bartomeu, escoltados por leyendas como Paolo Maldini, Carles Puyol, Faustino Asprilla, Diego Milito o Samuel Etoo, además de técnicos en activo como Jose Mourinho o Arsene Wenger.
La ceremonia fue un cóctel entre los principales exponentes del alma rusa, la música clásica, las bellas artes y el ballet, y los nuevos ritmos de la cultura popular.
La estrella del pop británico Robbie Williams fue el encargado de animar la fiesta y convertir el estadio en una discoteca con canciones como "Let me entertain you", "Feel" o "Rock DJ".
Mientras, el alma rusa estuvo representada por bailarines, pianistas, violinistas y un arpa que puso la nota sentimental a un día de fútbol.
Tomado de Listin Diario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario