En una respuesta a un fanático en su cuenta de Twitter, el dominicano dijo que le gustaría jugar en la LIDOM.
En lapso muy corto, los turnos del novato dominicano Arístides Aquino se han convertido en un show que nadie quiere perderse. No sólo para los fanáticos, sino para sus compañeros de equipo en los Rojos de Cincinnati.
Al personal de los Rojos ciertamente no le va a importar quedarse sin adjetivos superlativos para describir la sensación en la que se ha convertido el jardinero derecho, especialmente si sigue bateando jonrones. Con el que pegó el sábado ante los Cardenales, Aquino llegó a 11 en la temporada.
“Gracias a Dios estoy en mi mejor momento como pelotero”, dijo Aquino, que el domingo se fue de 2-0 con un par de boletos. “Yo lo que estoy es disfrutando de esto y haciendo mi trabajo. Espero que las cosas me sigan saliendo bien toda la temporada”.
En los 17 juegos que ha disputado con Cincinnati, Aquino está bateando .333 con 1.327 de OPS, con el 59% de sus 19 imparables siendo extrabases.
Según Elias Sports Bureau, alcanzó los primeros 11 bambinazos en su carrera más rápido que nadie en la historia moderna de las Mayores. El primera base de los Filis, Rhys Hoskins, dio 10 en sus primeros 17 encuentros en el 2017.
Solo el miembro del Salón de la Fama Mike Schmidt llegó a 11 cuadrangulares más rápido en una temporada. En 1976 Schmidt lo hizo en 56 veces al bate, mientras que Aquino necesitó 58.
Sus compañeros en los Rojos están maravillados con lo que está ocurriendo, especialmente aquellos que jugaron con Aquino en las menores. Hace apenas dos temporadas en Doble-A, Aquino bateó .216. Y al terminar la campaña pasada, Cincinnati no le ofreció contrato el 30 de noviembre y lo volvió a firmar el 1 de diciembre.
“Y ahora aquí lo estamos viendo cosechando los beneficios de los ajustes que le hizo a su swing. Yo lo he visto cuando le va mal. Donnie (Ecker, el coach asistente de bateo] creyó en él y lo ayudó”, dijo el patrullero central Nick Senzel. “Es un tremendo muchacho, bien humilde. Le da mucha energía al equipo. Es bonito verlo tener éxito, porque como equipo, nos encanta tenerlo aquí con nosotros. Estamos bien orgullosos de lo que está haciendo, porque estuvo muchos años en las menores”.
El manager de los Rojos, David Bell, recordó que además los jonrones de Aquino usualmente han llegado en momentos importantes.
“Está haciendo todo esto en el medio del lineup y en situaciones clave. Anda en un buen momento”, contó Bell. “Pero al mismo tiempo, nosotros creemos en lo que está haciendo en el plato, los cambios que ha hecho. Y lo más importante es que él también. Tiene una muy buena idea de lo que debe hacer en el home”.
Sus compañeros se han vuelto un poco consentidos por el poder.
“Es divertido, porque ahora es como si estamos esperando que de un jonrón en cada turno”, dijo el relevista Michael Lorenzen. “Es increíble. Antes, yo sentía que era uno de esos tipos al que le podías tirar una curva y obligarlo a hacer swing a lanzamiento afuera de la zona. Ahora no. Ahora lo ves dejando pasar buenos pitcheos, sliders y curvas. Está dejando pasar esos y bateando los errores de los pitchers. Ahí es donde te das cuenta que es de verdad. No es algo que va a desaparecer”.
El récord de la franquicia de los Rojos de más jonrones en un mes lo tiene el miembro del Salón de la Fama Frank Robinson, quien dio 14 en agosto de 1962. Ese récord parece ser vulnerable, entendiendo que restan 13 encuentros para Cincinnati en el mes. Sammy Sosa posee la marca de Grandes Ligas con 20 en junio de 1998.
Al terminar la jornada del sábado, Aquino había dado 10 jonrones en sus últimos 11 juegos. De acuerdo con Stats Inc., los únicos dos novatos desde 1900 con 10 bambinazos en un lapso de 11 duelos fueron Cody Bellinger en 2017 y Rudy York en 1937.
A pesar de tener sólo 25 años, Aquino está consciente de que ha estado haciendo historia casi a diario.
“Pero no le pongo mucha atención a eso porque sólo quiero enfocarme en el juego. Lo más importante es ganar juegos”, aseguró Aquino.
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