Jugar softball se ha convertido en un lujo, pues solo contamos con una instalación deportiva para practicar ese deporte en buenas condiciones. A menudo se realizan decenas de actividades para promover el deporte, que no tiene edad para jugarse, ante la mirada indiferente de todas nuestras autoridades.
Estadio de softball como el chola y los guardias están deteriorados, el chola no cuenta con una planta de emergencia el sistema sanitario es un desastre por la falta de mantenimiento, el de los guardias todos los equipos se niegan a jugar por la malas condiciones del terreno y la falta de iluminación.
¿Cuantos de nuestros funcionarios visitan los estadios de softball para conocer la mala situación que vive el deporte que tanto nos apasiona?
Estamos a la espera de un chapulín colorado que quiera ayudar a Adriano Agramonte y Frank Martínez quien llevan el mote de los padres de ese deporte por los aportes que realizan a la disciplina deportiva que más equipos tiene en país.
Por Juan Manuel Mercedes
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