Los Angeles Lakers de LeBron James caminan sobre la cornisa: la temporada se extingue, el tiempo se agota y sus chances de clasificar a los playoffs son cada vez menos. La derrota del sábado frente a Phoenix Suns, uno de los dos peores equipos de la presente campaña, augura el fracaso del primer año del Rey en los Lakers: con 30 triunfos y 33 derrotas, ocupa la décima plaza del Oeste a 4.5 juegos de sus vecinos Clippers.
Según FiveThiryEight, una web estadounidense de estadística que mide el porcentaje de probabilidades de cada una de las franquicias de asegurar un boleto para la postemporada teniendo en cuenta los resultados y el calendario, los angelinos tienen actualmente un raquítico 8% de chances. La proyección no es buena para los Lakers, que cayeron en siete de sus últimos diez encuentros.
La posible ausencia de LeBron es un fenómeno paranormal en la liga. Convertido en Rey de la NBA, protagonizó las últimas ocho finales y no se pierde una postemporada desde 2005, su segundo año en la liga. Después de abandonar Cleveland en busca de resucitar a los Lakers, su proyecto en Los Angeles podría sufrir un duro revés en una travesía convulsionada.
Después de un arranque dubitativo, cuando los Lakers por fin empezaban a engranar en un abultado triunfo frente a Golden State Warriors en Navidad, LeBron sufrió una lesión en la ingle que lo marginó durante 17 partidos, la ausencia más larga de su carrera. Con un rendimiento por debajo del nivel de los jóvenes durante la ausencia de James, la gerencia intentó encauzar su rendimiento a la caza de Anthony Davis sobre el cierre del mercado de pases. Su regreso tampoco modificó la situación: los Lakers consiguieron apenas cuatro triunfos y sufrieron siete derrotas.
Entre acusaciones de tampering (cuando se contacta a jugadores con contrato) y los rumores en torno a una directiva encabezada por Magic Johnson dispuesta a dinamitar su núcleo joven, la química en el vestuario se quebró. Davis finalmente se quedó en New Orleans y los Lakers, frustrados por no conseguir su segunda espada, debieron encarar el tramo final de la temporada con la misma base que la gerencia pretendía descartar.
La situación es crítica. Los Lakers parecen un equipo descorazonado. En la derrota frente a Phoenix, hasta el propio LeBron, usualmente infalible, falló: erró dos libres que hubieran acercado a los Lakers y hasta cometió un blooper inédito en una reposición.
Fuente Externa
Próximos Partidos de los Lakers
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