Nació dos meses antes del proceso normal, a los seis años ya había sido operado de las vías respiratorias, aun así Adael Amador mostró desde la infancia las venas para el béisbol con la cual vino al mundo.
A su padre, Plácido Amador lo apodaban “El Loco” porque andaba “calles arriba y abajo” con su hijo tomado del brazo, pues le decían que su retoño, el tercero de tres hermanos, no crecería lo suficiente y que era una pérdida de tiempo los esfuerzos que realizaba por convertirlo en pelotero.
El y su esposa, Elizabeth, a pesar de las precariedades económicas y las zancadillas que la vida colocaba en su camino decidieron echar la batalla y continuar hacia adelante en su esfuerzo por convertir a Amador en un jugador de béisbol, hecho que el torpedero vio convertir en realidad el pasado Julio 2, tras acordar por 1.5 millones con los Rockies de Colorado.
Corría el año 2012 cuando llegaron los tiempos difíciles para los Amador- , atrás había quedado un primer intento por convertir a Ariel, su hijo mayor, de 21 años en pelotero, también el empleo de ambos como joyeros en las zonas francas de San Isidro y las Américas, lugar donde se conocieron, se había ido por la borda.
Fe en el pequeño
Pero, Plácido, un exjugador de béisbol y con dotes de scout tenía la fe de que su pequeño sería pelotero, pues desde meses brincaba en la cama cuando presencia los partidos, cuando niño pintaba en sus mascotas, estadios de béisbol y escribiendo los nombres de los peloteros que estaban en moda en su primera infancia.
En 2017 representa al país en un evento Pre mundial en Colombia en que la República Dominicana fue campeón junto a Estados Unidos, cuyo partido final se detuvo por las lluvias y en el mismo ya llevaba de 2-1 con una remolcada. Él fue uno de los mejores peloteros de ese evento.
De Adael, su padre conserva su primer guante, marca Wilson, su primer uniforme, sus anotaciones, un billete de 100 pesos que se ganó el joven en un torneo de vitillas, pero pronto también quiere conservar las pelotas de su primer imparable en la Liga Dominicana y porque no en las Grandes Ligas.
Adael, hoy se encuentra en el complejo de los Rockies, preparado para subir al siguiente escalón con la mente clara de que las cosas no serán fáciles, pero una vez más espera salir por la puerta grande.
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