Lituania tenía ganas de revancha después de la final del Eurobasket del año pasado y a punto estuvo de conseguirla pero un gran Batum y un decisivo Boris Diaw le privaron de conseguirla. La igualdad fue la tónica del partido hasta el tercer cuarto cuando los lituanos, que se apoyaron en su estrella Valanciunas, se despegaron un poco en el marcador para conseguir una ventaja de siete puntos con la que encararon el último cuarto.
La primera parte del partido fue un toma y daca entre las dos selecciones que llegaron al descanso con un marcador más que igualado (42-43) que demostraba lo que más tarde se comprobaría, la igualdad entre los dos equipos. Valanciunas demostró una vez más su gran nivel en este Mundial y terminó el partido con 25 puntos y 9 rebotes pero los franceses tuvieron de su lado a Batum, que sigue dulce después de la semifinal contra Serbia, y acabó con 27 puntos.
El tercer cuarto fue el que le sirvió a los lituanos para despegarse en el marcador y tomar un poco de aire llegando a anotar 29 puntos en este periodo. Los franceses despertaron entonces y comenzaron una remontada a base de la defensa y, como no, de un gran Batum. A falta de dos minutos para el final del partido Lituania sólo había anotado 9 puntos en el último cuarto y fue cuando apareció la figura de Diaw que, con el partido más que igualado, anotó en dos acciones consecutivas para despegar en el marcador a los franceses. Valanciunas no pudo contestar al pívot francés y empezó el recital de tiros libres en el último minuto del partido donde Heurtel, Batum y Diaw aseguraron el bronce para Francia.
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