SAN FRANCISCO -- Antes de que comenzara el séptimo partido de la Serie Mundial Madison Bumgarner platicó con su compañero Jake Peavy y le dijo qué quería que sucediera: Tim Hudson lanzaría unas pocas entradas y le cedería el sitio a Bumgarner, quien se encargaría de pasarla al relevo y éste se encargaría de sellar el campeonato.
"Estaba sentado con Madison y me preguntó cómo creía que finalizaría el partido", recordó Peavy este mes. "Le dije: 'cuando recibas la pelota ya no vas a salir del partido. Eres el mejor que tenemos'. Él respondió: 'Eso es lo que quería escuchar' y exactamente lo que quería".
El zurdo de pelo desordenado quien está tan orgulloso de sus lanzamientos y durabilidad como de sus raíces en North Carolina se convirtió en la mayor estrella durante octubre de un club que necesitaba un estelar para ganar un campeonato que pocos esperaban.
Bumgarner terminó primero en las votaciones en las que participan editores en Estados Unidos y directores de noticias. Se impuso al pitcher de los Dodgers de Los Ángeles, Clayton Kershaw --ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional y el reconocimiento al Jugador Más Valioso--, quien cayó ante los Gigantes en playoffs. El estelar de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter, quien se retiró esta campaña, y el golfista Rory McIlroy empataron en tercer sitio. El premio fue anunciado el martes.
Luego de meses de escuchar las mismas preguntas acerca de su brazo izquierdo, Bumgarner dejó todo claro. Acababa de lanzar 270 entradas, incluidas las 21 y dos triunfos y un salvamento en la Serie Mundial que se fue a siete partidos contra los Reales que también clasificaron como comodines.
El caballo de batalla de Bruce Bochy, de 25 años de edad, se ha ganado la confianza del manager en el sentido de que dirá algo si tiene alguna molestia en el brazo. De otra manera, seguirá recibiendo la pelota para lanzar.
La tarde en que platicó con Peavy, luego de apenas dos días de descanso antes del séptimo encuentro, lanzó cinco entradas sin conceder anotación para lograr el salvamento y un triunfo de su equipo por 3-2
Sólo cuando todo acabó Bumgarner reconoció que quizá necesitara un descanso físico y mental luego de lanzar 52 innings y dos tercios, una marca de Grandes Ligas.
"¿Sabes algo? No puedo mentir más", dijo. "Estoy un poco cansado".
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